Un término poco usado, pero que va tomando gran relevancia (sobre todo en el mundo de los negocios y las oportunidades) es SINERGIA; que refiere a una integración que logra brindar un resultado mayor que el que proporcionaría la suma simple de las potencialidades individuales.
Y hoy, en la búsqueda de la Libertad Financiera, es fundamental lograrla, optimizando el uso de los recursos, mejorando sustancialmente la relación resultados/tiempo, que, como definimos anteriormente, es nuestro más preciado recurso, y lo que REALMENTE queremos obtener...
Otro punto importantísimo a tener en cuenta, es el de apartarnos de nuestras zonas de confort, haciéndonos amigos del cambio, de lo que nos desafía y nos obliga a crecer, y, a la hora de esforzarnos, tener la certeza de que, en la proximidad de los límites, los resultados tienden a multiplicarse... pongamos como ejemplo una competencia deportiva de 100 metros llanos: el primero lleva un premio de, supongamos U$S 10.000; en tanto quien le sigue, el segundo, en el mismo supuesto, obtendrá un premio que difícilmente superará los U$S 5.000; y tal vez ni siquiera exista un tercer premio...
¿Acaso el Nº 1 corrió al doble de la velocidad que el Nº 2?... ¿o sólo lo superó en algunas centésimas de segundo?
En el momento en que comenzamos a entender que es así en todos los aspectos de nuestra vida, damos lugar a otra palabra que define lo que debería ser nuestra meta:EXCELENCIA.
Si hubiera tenido que definirla pocos años atrás, habría dicho: la enemiga de lo malo, de lo abandonado, de lo descuidado y dejado...
En realidad, ese es el concepto que generalmente nos es transmitido a través de nuestro entorno.
Cuando nos disponemos a crecer EN SERIO, a dejar de huír de nuestros enemigos para comenzar a hacerles frente, en la seguridad de que contribuyen a desarrollarnos, logramos conocer cara a cara al verdadero enemigo de lo excelente:
¡lo BUENO!
Y es así, porque es lo bueno lo que nos deja cómodos, anclándonos a la mediocridad, de modo que decidimos frenarnos, dando lugar a nuestros miedos, angustias y creencias paralizantes, optando por una simple existencia en lugar de escoger la abundancia -en absolutamente TODOS los aspectos- que estamos llamados a vivir; es, una vez más, la eterna historia de nuestra raza humana: tomar el bien pequeño, insignificante, tentador y sin esfuerzo, ahora, entregando a cambio todas nuestras potencialidades...
Concluyendo, algunas ideas sencillas, pero con efectos grandísimos...
sábado, 13 de septiembre de 2008
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